Cuando parece que han cesado las ediciones especiales, voy y encuentro otra que supera la anterior...
Chapeau al diseñador por este packaging tan fuera de lo común y tan acertado.
En este caso se trata del champagne Bollinger, aunque la bebida favorita del glamouroso y controvertido agente James Bond cara al público es el famoso Martini agitado, en la intimidad y en las celebraciones sólo toma champagne Bollinger.
Desde el inicio de las misiones especiales y por un cúmulo de afortunadas circunstancias, Bond y Bollinger han mantenido una relación especial que han querido homenajear en ocasión del estreno de Quantum of Solace.
Ésta es la maravilla de edición limitada, el Bollinger 007, encargado al diseñador francés Eric Berthès que lo ideó en forma de bala de pistola y que contiene un magnum de Bollinger 1999.
Chapeau al diseñador por este packaging tan fuera de lo común y tan acertado.
Otro detalle genial es el número de botellas fabricadas: (200+007), todas numeradas y con un valor de colección indescriptible pero cuantificable: 4.000 €.
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