Hace casi un año, una lectora de AR envió una carta hablando sobre su adicción al shopping, no sé si era de creación propia o si se trataba del típico forward, el caso es que me sentí plenamente identificada, si bien supongo que, como todas las que os identifiquéis con ella, nuestra adicción pasa por distintos estadíos...A mí ya me ha llegado la hora de las cosas buenas...y esos es todavía peor!
A continuación os adjunto el texto, que yo tengo pegado en la puerta de mi armario...
"De todas las dependencias que se pueden tener en esta vida,la peor es la de las compras, porque es la única que no se cura ni se quita con nada.
La cosa que te da el comprar no te lo da nada.
Te proporciona una alegría extraña, mezclada con ese punzante sentimiento de culpa por haberte gastado la pasta... Tiene un puntito masoquista maravilloso.
Antes, cada vez que me compraba algo se lo enseñaba a Luis en plan: Mira, mi amor, ¿te gusta?. Pero ya no. Ahora paso con las bolsas escondidas detrás de la espalda.
Y es que los hombres no entienden este impulso irracional de la compra.
Ellos, con ir dos veces al año de tiendas y hacerse con todo de un golpe, tienen bastante.
Y esto es no saber disfrutar del arte del shopping.
Yo ya no le enseño a mi chico lo que me he comprado y así me ahorro comentarios tipo: ¿Para que te compras unas botas si ya tienes cinco pares? o en plan ¿ Otro bolso más?.
Y si se da cuenta y me dice: ¿eso es nuevo?, yo le contesto: nooooooooooo hombre si es de hace dos años, anda que no me lo he puesto veces... Y así lo zanjamos
Hay un truco que utilizo para estar entretenida. Por ejemplo, descambiar.
Con este sistema, una se puede mantener viciada comprando sin parar y gastando sólo 30 €.
Compras una cosa, la devuelves y, con el dinero devuelto, compras otra que, a su vez, devuelves. Y así hasta final de mes. Satisfaces el impulso pero luego no tienes nada nuevo en el armario.
Menos mal que a mí no me da por lo caro, sino más bien todo lo contrario. Todavía no he entrado en la edad de querer tener "cosas buenas" mi lema es: Mejor mucho y barato que poco y bueno. El caso es acumular lo más posible.
Así tengo el armario , que me olvido de cosas que ya compré y me las vuelvo a comprar.
A mí, lo bueno, que me lo regalen.
Cuando Luis me pregunta qué quiero por mi cumple siempre le digo lo mismo: Algo grande y caro pero sobre todo caro.
La culpa es de Zara, H&M, Mango...esas tiendas demoníacas que traen ropa nueva cada viernes " mi día oficial del shopping" sea mejor que el anterior.
He intentado ser sinceras con vosotras, a muchas mujeres nos pasa lo mismo, pero no todas hablan de ello.
A ver, bonitas, hacer examen de conciencia: ¿Cuánto dinero os dejáis en ropa todos los meses?
Consoladme por Dios, que necesito confirmar que, en efecto, no soy la única."
A continuación os adjunto el texto, que yo tengo pegado en la puerta de mi armario...
"De todas las dependencias que se pueden tener en esta vida,la peor es la de las compras, porque es la única que no se cura ni se quita con nada.
La cosa que te da el comprar no te lo da nada.
Te proporciona una alegría extraña, mezclada con ese punzante sentimiento de culpa por haberte gastado la pasta... Tiene un puntito masoquista maravilloso.
Antes, cada vez que me compraba algo se lo enseñaba a Luis en plan: Mira, mi amor, ¿te gusta?. Pero ya no. Ahora paso con las bolsas escondidas detrás de la espalda.
Y es que los hombres no entienden este impulso irracional de la compra.
Ellos, con ir dos veces al año de tiendas y hacerse con todo de un golpe, tienen bastante.
Y esto es no saber disfrutar del arte del shopping.
Yo ya no le enseño a mi chico lo que me he comprado y así me ahorro comentarios tipo: ¿Para que te compras unas botas si ya tienes cinco pares? o en plan ¿ Otro bolso más?.
Y si se da cuenta y me dice: ¿eso es nuevo?, yo le contesto: nooooooooooo hombre si es de hace dos años, anda que no me lo he puesto veces... Y así lo zanjamos
Hay un truco que utilizo para estar entretenida. Por ejemplo, descambiar.
Con este sistema, una se puede mantener viciada comprando sin parar y gastando sólo 30 €.
Compras una cosa, la devuelves y, con el dinero devuelto, compras otra que, a su vez, devuelves. Y así hasta final de mes. Satisfaces el impulso pero luego no tienes nada nuevo en el armario.
Menos mal que a mí no me da por lo caro, sino más bien todo lo contrario. Todavía no he entrado en la edad de querer tener "cosas buenas" mi lema es: Mejor mucho y barato que poco y bueno. El caso es acumular lo más posible.
Así tengo el armario , que me olvido de cosas que ya compré y me las vuelvo a comprar.
A mí, lo bueno, que me lo regalen.
Cuando Luis me pregunta qué quiero por mi cumple siempre le digo lo mismo: Algo grande y caro pero sobre todo caro.
La culpa es de Zara, H&M, Mango...esas tiendas demoníacas que traen ropa nueva cada viernes " mi día oficial del shopping" sea mejor que el anterior.
He intentado ser sinceras con vosotras, a muchas mujeres nos pasa lo mismo, pero no todas hablan de ello.
A ver, bonitas, hacer examen de conciencia: ¿Cuánto dinero os dejáis en ropa todos los meses?
Consoladme por Dios, que necesito confirmar que, en efecto, no soy la única."
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