Un enólogo invidente riojano junto a un equipo de profesionales han elaborado este vino basándose, por primera vez en el mundo, en el método sensorial para llevar a cabo su elaboración.
Al parecer las personas ciegas alcanzan bajos umbrales de detección olfativa y gustativa que con un correcto entrenamiento puede permitirles detectar futuras desviaciones que pueda experimentar el vino, obteniendo unos resultados más favorables que cualquier otro aparato técnico que se conozca por el momento.
El resultado es Lazarus Wine, un vino cuya gráfica fue confiada al estudio madrileño Baud, quienes acaban de recibir el prestigioso premio Laus 2008 en la categoría packaging por esta acertadísima etiqueta.
En ella han utilizado el código Braille para dar coherencia a la filosofía con la que se ha elaborado este vino.
Un regalo original para estas navidades, máxime si tienes amigos invidentes o si quieres sorprender al típico que se las da de entendido en vinos...je,je
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